A los pocos minutos de iniciado el partido de quinta división debió el árbitro del cotejo parar las acciones por la presencia de un can en el campo de juego.
Luego de varios minutos, donde un colaborador del local ingresó al mismo para poder sacar al animal, no logrando el cometido, se le sumó el asistente Bertolini, éste logró en base al diálogo llevar hasta cerca de la puerta de accesos a la cancha, allí se quedó el can esperando otra propuesta..
Y como todos tenemos un precio, el perro en cuestión tenía el suyo, fue unos huesos que hábilmente le mostró otro colaborador de Paraná «Paco» Tévez y ahi si, aflojó y salió.
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