Unos 63 años atrás, Perú había sido elegido como sede para disputar la XXV edición del Campeonato Sudamericano de Selecciones, el cual se desarrolló en Lima, entre el 7 de marzo y el 6 de abril de 1957.
Nota: Crédito Mateo Mastroianni
En total, fueron siete los participantes: Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Colombia, Chile y Ecuador. Dicha competencia, con el correr del tiempo sería llamada como Copa América, siendo ésta el principal torneo internacional de fútbol que se disputa en América del Sur por parte de las selecciones nacionales.
El seleccionado argentino de aquel entonces, denominado como los “Carasucias”, se adjudicó el título tras ganarle a la verdeamarela por 3-0 en el Estadio Nacional, con una asistencia de 55 mil espectadores, en un 3 de abril que quedó para el recuerdo eterno.
Retrocediendo mucho más en la línea del tiempo, es necesario recordar con que ánimos redactaban los periodistas aquella vuelta olímpica en Lima, teniendo en cuenta diversos factores. La Copa del Mundo, recién volvió a disputarse en 1950 (Brasil), luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, pero nuestro país no participó, como tampoco lo hizo en 1954 (Suiza).
Para 1955, la albiceleste tuvo el lauro en el sudamericano realizado en Chile, del cual estuvo ausente Brasil (Argentina se había ausentado en los torneos de 1949 y 1953). Un año más tarde, perdería la final contra Uruguay en una competencia que tuvo carácter extraordinario. Es por eso, que la gran revancha sería, ni más ni menos, que en la capital de Perú.
El sistema de disputa del campeonato, fue de todos contra todos, y por supuesto que el equipo que más que puntos sacará, se alzaría con la copa. La albiceleste tuvo un debut soñado: comenzó con una apabullante victoria 8-2 sobre Colombia, con los goles de Cruz, Corbatta, Angelillo en dos ocasiones y un póker de Maschio.
En la segunda fecha, sería triunfo por 3-0 frente a Ecuador, con tantos de Sívori y Angelillo en dos oportunidades. Para la tercera ronda, el seleccionado nacional mostraría su mejor versión futbolística, desde todos los aspectos del juego, imponiéndose por 4-0 ante los uruguayos, con los gritos de Angelillo, Sanfilippo y un doblete de Maschio.
Llegada la cuarta jornada, llegaría otra gran celebración, esta vez ante el conjunto chileno: 6 -2 fue el resultado final, facturaron Sívori, Corbatta, un par de Angelillo y otro par de Maschio. Finalmente, sería el día de la posibilidad de alcanzar la gloria máxima, por la quinta fecha tocaba enfrentar al temible Brasil, de soberbio nivel hasta ese momento: Argentina ganó por 3-0 con tantos de Angelillo, Maschio y Cruz, a un plantel que era dirigido por Oswaldo Brandao y que tenía como figuras a Pelé, Vaá y Mario “Lobo” Zagallo, quienes un año después, fueron campeones del mundo ganándole a la anfitriona Suecia.
Ya con la obtención del tan ansiado trofeo, faltaba por jugar una sola fecha justamente ante el organizador del torneo, en lo que fue derrota por 2-1. Quizás se debió un poco a que el equipo se relajó por excesos en los festejos, de cualquier manera, el marcador fue anecdótico en comparación a todo lo que se celebró.
La selección campeona, fue dirigida técnicamente por Guillermo Stábile, una persona con mano adiestrada para saber sacarle provecho a los cracks del momento, tuvo la particularidad de ganar seis torneos sudamericanos sobre ocho jugados. Sin lugar a dudas, uno de los mejores en aquellos tiempos para dirigir a nuestro país. ¿La delantera? Recordada en todo momento, conformada por jóvenes que no paraban de romper redes: ellos eran, Enrique Sívori, Omar, Oreste Corbatta, Humberto Maschio, Antonio Angelillo y Osvaldo Cruz. La gente los bautizó como “Carasucias y atrevidos”, debido a la forma de jugar y de sentir el fútbol que tenían.
Este mencionado frente de ataque, inmediatamente después de campeonar se desarmaría, debido al interés inmediato que demostraron por varios de ellos. Angelillo, futbolista del “Xeneize”, partió al Inter de Milán. Por su parte, Sívori, promesa del “Millonario” pasó a la Juventus de Italia, y Maschio el jugador de Racing, pasó al Bologna, después de haber sido el goleador del Sudamericano con nueve tantos, junto al uruguayo Javier Ambrois.
Vale la pena recordar a todos estos héroes del pasado:
– Antonio Valentín Angelillo (Boca Juniors).
– Adolfo Jorge Benegas (San Lorenzo de Almagro).
– Roberto Brookes (Chacarita Juniors).
– Juan Alberto Castro (Rosario Central).
– Oreste Omar Corbatta (Racing Club).
– Osvaldo Héctor Cruz (Independiente).
– Héctor Adolfo De Bourgoing (River).
– Pedro Rodolfo Dellacha (Racing Club).
– Rogelio Antonio Domínguez (Racing Club).
– Juan Carlos Giménez (Racing Club).
– Juan Héctor Guidi (Lanús).
– Miguel Antonio Juárez (Rosario Central).
– David Carmelo Iñigo (San Lorenzo de Almagro).
– Oscar Hernán Mantegari (River Plate).
– Humberto Dionisio Maschio (Racing Club).
– Federico Pizarro (San Lorenzo de Almagro).
– Antonio Roma (Ferro).
– José Francisco Sanfilippo (San Lorenzo de Almagro).
– Angel Osvaldo Schadlein (Gimnasia y Esgrima de La Plata).