Un 4 de abril de 1937, Independiente jugó un partido por el campeonato local contra Ferro Carril Oeste. El Rojo se llevó un gran triunfo por 2-0, pero sin dudas que el dato a recordar ese día fue el debut en primera división de un tal “Capote”, porque así lo apodaron. Se trataba de Vicente De La Mata, nacido un 15 de enero de 1918 en Rosario, Santa Fe y fallecido un 4 de agosto de 1980 a los 62 años, en la misma ciudad que lo vio nacer.
Nota: Crédito Mateo Mastroianni
Para aquellos que nunca sintieron su nombre, debemos decir que era un delantero que se destacó enormemente en los años ’30 y ’40. Era delantero, podía moverse de interior y de extremo derecho. Fue uno de los máximos ídolos en la historia de los “Diablos Rojos”, su presencia en la cancha fue de tal importancia junto con Antonio Sastre y Arsenio Érico, que llegaron a conquistar el bicampeonato en 1938 y 1939.
Sus primeros pasos dentro del campo de juego, los hizo en Central Córdoba, el club de su lugar natal. Luego de su actuación en la Copa América de 1937, se transformó rápidamente en una promesa en todo el continente, ya que todos los clubes grandes de varios países, comenzaron a echarle un ojo encima.
Y en Argentina no fue la excepción: los de Avellaneda armaron un negocio excelente, logrando que el pibe firmará el contrato que lo iba a ligar durante muchos años a la institución. De hecho, jugó gran parte de su trayectoria como futbolista hasta el campeonato de 1950. En Independiente, disputó un total de 362 partidos y convirtió 151 goles, cifras que fueron más que satisfactorias, sumado a que obtuvo tres torneos (el bicampeonato ’38 y ’39 y el de 1948).
En la exitosa delantera que integró junto a Érico y Sastre, llegaron a ser considerados como una de las más legendarias del fútbol nacional. Entre los tres, facturaron 218 tantos en 66 cotejos, dando esto un promedio de 3,3 goles por partido, una verdadera locura.
El 12 de octubre de 1939, en un duelo jugado en el estadio Monumental frente a River Plate, cuyo desenlace fue 2-3 en favor del Rojo, De La Mata anotó uno de los goles más famosos en la historia del fútbol argentino, por el cual recibiría el mote de “Capote”. El futbolista recibió la pelota por parte del arquero Fernando Bello en la mitad de la cancha, desde esa zona comenzó a gambetear rivales; primero fue el turno de José Manuel Moreno, luego del volante central José María Minella y más tarde uno por uno a todos los defensores riverplatenses, Luis Vassini, Carlos Santamaría y Alberto Cuello. Desde un ángulo muy cerrado y poco efectivo, sumado a la cobertura del portero local, Sebastián Sirni, y mientras Érico esperaba el centro atrás en el punto penal, De La Mata colocó la pelota entre el palo y el arquero.
Por dicha anotación, se dijo en ese momento que su compañero Sastre lo apodó como “Capote”, debido a que “hacer capote es un lance del juego de naipes tute cabrero, en el que uno de los participantes acopia todas las cartas del mazo”. Comparando esta expresión con lo que hizo el delantero, esta expresión sirve para explicar cuando alguien realiza una genialidad fuera de lo normal, dejando a todos los demás con la boca abierta.
Fue un incansable corredor de toda la cancha, le gustaba el amague y el firulete, características que mostró mucho en la Selección Nacional. Siempre fue un reconocido hincha de Newell’s Old Boys de Rosario, es por eso que eligió retirarse en dicha institución, jugando entre las temporadas 1951/52, jugando 23 encuentros y marcando tan sólo un gol.
Su paso por la albiceleste, fue más que sobresaliente: en 1937 con apenas 19 años, recibió la convocatoria para formar parte de la Copa América que se iba a hacer en el propio país sudamericano. En aquella competencia, el seleccionado argentino terminó igualada en el primer lugar junto con Brasil, por lo que ambos conjuntos debieron dirimir en un partido desempate. En el tiempo suplementario, el resultado fue 0-0, por ende, fueron a la prórroga.
En dicha extensión del encuentro, el director técnico mandó a Vicente al campo de juego, quien para sorpresa de todos marcaría dos goles que le darían el triunfo a la Argentina y por supuesto la Copa América. Sumado a esto, también ganó otros dos Campeonatos Sudamericanos, el de 1945 hecho en Chile y el de 1946 también en su tierra natal. Fueron 13 los partidos disputados con la Selección y anotó seis goles.
Vicente “Capote” De La Mata, permanece en el cajón de los recuerdos para el hincha de Independiente, su juego fue inolvidable y así lo seguirá siendo…