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Julio Grondona y su historia con el fútbol

  • Categoría de la entrada:Fútbol / Varios

Hasta la persona más alejada del ambiente del fútbol, sabe quién es, o por lo menos escucho hablar sobre él. La mayoría de las veces, seguramente se dijeron cosas que no fueron ciertas sobre su persona, pero otras tantas si fueron verídicas.

Nota: Crédito Mateo Mastroianni

Julio Grondona de visita a la Liga Deportiva Sampedrina, aquí junto al presidente Pascual Vitale.
Cena entrega de premios «Pedro».

Uno de los personajes más trascendentes en toda la historia del fútbol nacional, porque todo lo que hacía daba que hablar, su toma de decisiones, sus opiniones, todas las polémicas que lo envolvían, y sobre todo, como era su manera de actuar cuando sentía que se veía perjudicado.  Se trata de Julio Humberto Grondona, nacido el 18 de septiembre de 1931 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires y su deceso fue el 30 de julio de 2014.  Estuvo involucrado en el mundo del deporte, en tres fases distintas: tuvo una carrera deportiva, una trayectoria dirigencial y finalmente su mandato como presidente en la AFA.

Yendo desde el principio, “Julito” se vinculó de forma oficial con el deporte cuando tuvo su primera incorporación como jugador, cuando en 1948 fue fichado por River Plate, donde se desempeñó en la posición de volante de creación, logrando llegar a la quinta división. Más tarde, emigraría a Defensores de Belgrano, jugando muy poco tiempo en la tercera, hasta que finalmente fue jugador de Arsenal Fútbol Club, club en el que al mismo tiempo, ejerció un cargo como dirigente.

Llegando al final de su etapa como futbolista, comenzaría su recorrido desde otro lugar, siendo una especie de cabecilla. El 11 de enero de 1957, junto a otros como su hermano Héctor, Juan Carlos Utasún, Juan Elena y Américo Besada, fundaron el club Arsenal, ubicado en la ciudad de Sarandí. Grondona estuvo en la presidencia de la institución durante casi 20 años, más precisamente entre 1957 y 1976.

Luego de ese año, fue el presidente del Club Atlético Independiente, donde conquistó los títulos de: campeón de la Copa Interamericana de 1976, el Nacional de 1977 ante Talleres de Córdoba en esa provincia, lo que fue una verdadera consagración con ocho jugadores en cancha, teniendo como figura estelar de la noche al ídolo Ricardo Bochini, y el Nacional de 1978 en la final frente a River Plate.

Su campaña dirigencial en el “Rojo”, se inició en 1968 cuando había sido convocado para presidir la Subcomisión de fútbol profesional. En 1970, tras la dura derrota de la “Lista Roja” en las elecciones del club, tuvo que alejarse de las cercanías de Avellaneda, para retornar a la misma en el ’76, cuando pudo imponerse en el escrutinio ganándole al oficialista José Epelbóim. Esa victoria significó mucha responsabilidad, ya que había que manejar efectivamente el fútbol profesional del Independiente multicampeón de los ’70.  Luego de llenarse de experiencia en todos los aspectos deportivos, codearse con gente de poder, entablar diálogos con jugadores, colegas y presidentes y consolidarse económicamente, llegaría una fecha importantísima para su vida personal y trascendental en la historia del fútbol nacional. Unos 41 años atrás, más precisamente un 6 de abril de 1979, Humberto asumió la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino en lugar de Alfredo Cantilo. Este cambio de mandato, se dio casi un año después de que la Selección Argentina de Fútbol ganará la Copa del Mundo realizada en nuestro país, durante la Dictadura Militar autodenominada como “Proceso de Reorganización Nacional”.  Para Grondona no hubiera sido posible llegar a un cargo de semejante magnitud, sin el apoyo de varios nombres pesados de la Dictadura de esos años, entre ellos, el máximo representante Jorge Rafael Videla; y quien tuvo un aporte indispensable para la causa fue también Carlos Alberto Lacoste, uno de los triunviros que encabezaban el régimen terrorista junto con el teniente general Videla y el brigadier general Orlando Ramón Agosti. Sumado a todo esto, ocurrieron una serie de sucesos que hacen imposible olvidar a ese 1979: en primer lugar, River coronándose como el campeón del Torneo Nacional, el seleccionado argentino Sub 20 ganó su primer título mundial en Japón, con Diego Armando Maradona como estrella, y por último, la selección de fútbol mayor siendo eliminada en fase de grupos de la Copa América.

Durante su completa gestión al mando de la AFA, el combinado albicelesteobtuvo el Mundial de México 1986, nuevamente con Maradona como líder  y figura dentro del campo de juego. Además, se ganaron dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008, se logró la Copa FIFA Confederaciones 1992, las Copas América de 1991 y 1993, seis mundiales juveniles Sub-20 en 1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007, y se alzaron varios campeonatos sudamericanos juveniles. Por otra parte, pudo construirse el tan ansiado Complejo Habitacional Deportivo de Ezeiza, lugar de concentración y entrenamiento de las selecciones nacionales.

Paralelamente a toda su labor realizada en el ámbito nacional, fue elegido como vicepresidente 1º de la FIFA desde el 30 de abril de 1988, en representación de la Confederación Suramericana de Fútbol, estando en la presidencia de la Comisión de Finanzas y el Consejo de Mercadotecnia y Televisión de la misma entidad.

Desde ya que no todo fue color de rosas en la vida de este magnate, fueron diversos inconvenientes los que se le cruzaron en el camino: en 1969 cuando era presidente del “Arse”, fue sancionado por la AFA con un año de suspensión como dirigente por haber agredido durante un partido al árbitro José Filacchione, lo que le impidió presentarse como candidato a superior de Independiente en 1970.

En 2010, hubo variados reclamos de los clubes que disputaban en ese entonces el denominado “Torneo Argentino A”, solicitando un aumento del salario mensual para hacer frente a los costos que requería dicha competencia para afrontarla. A tal pedido, la respuesta de Grondona fue tajante: “A mí no me importa un carajo si ustedes juegan o no, ya eché a Maradona y no tendría problema en hacerlo con ustedes”.

Y otra de las cosas que no cayeron bien en el fútbol del ascenso argentino, fueron las palabras que Humberto usaba para referirse a todos ellos, muchas veces de manera despectiva y soberbia. “El Argentino C es un torneo de potrero organizado”, lanzó. Claramente haciendo alusión al Torneo del Interior del que participaban instituciones del país que no eran de la provincia de Buenos Aires.

Julio tenía más enemigos que amigos, sobre todo en el ambiente futbolero. La coyuntura que atravesó contra el ex presidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler, dejó miles de cabos sueltos y miles de sospechas en el aire sobre cómo se manejaban en muchos factores.

En octubre de 2002, el juez Juan José Mahdjoubian decidió procesar al mandamás junto con el ingeniero y presidente de Boca Juniors en ese año, Mauricio Macri, por administración fraudulenta en la compra de los sistemas de vídeo para controlar la seguridad en los estadios. A finales de 2011, el empresario Carlos Ávila promovió una denuncia contra Grondona, por presunta “administración fraudulenta” y “lavado de dinero”. En dicha causa, se incluyeron diversas pruebas y una cámara oculta que comprometía al presidente y amenazaba de muerte al periodista Alejandro Fantino. A pesar de todas las acusaciones realizadas, la denuncia curiosamente nunca prosperó.  Finalmente, alrededor del mediodía de un 30 de julio de 2014, Grondona ingresó para ser atendido al Sanatorio Mitre de la ciudad de Buenos Aires, tras una súbita indisposición, que comenzó la noche anterior. Aunque estaba siendo preparado para ser intervenido quirúrgicamente, sufrió la ruptura de un aneurisma en la aorta abdominal (AAA), lo que terminó provocando su inmediato fallecimiento.

Al momento de su deceso, tenía 82 años y continuaba siendo el líder en la AFA, cargo que ostentaba de forma ininterrumpida desde 1979. Su sillón, quedó a merced de manera provisional por el vicepresidente 1º, Luis Segura, por indicación del estatuto de sucesión estipulado en el reglamento.  Su velorio se realizó en el predio de AFA en Ezeiza, contando con la presencia de cientos de figuras del mundo futbolístico, político, dirigencial y obviamente familiares y allegados. Como no podía ser de otra manera, luego de consumada su muerte llovieron fuertes acusaciones y denuncias sobre él; una de las principales, fue la que realizó el ex empleado de Torneos y Competencias, Eladio Rodríguez, cuando declaró que Grondona “cobraba siempre en efectivo los sobornos por derechos de TV de los partidos amistosos de la Selección Argentina y la Copa Sudamericana”. Claro está que muchos lo hicieron despues de la desaparición física.

Todos coinciden en que Julio Humberto Grondona, fue un hombre pragmático en un mundo futbolero, donde constantemente se impone un sistema que es humanamente complicado de implementar. No es sencillo estar al mando de una corporación que permanentemente están compitiendo para sacar ventaja o provecho. Sobre todo, es difícil mantener un nivel de competitividad, evitando que los grandes sean más poderosos, que los chicos sean menos vulnerables y que la influencia del periodismo, el reglamento y la política sea equitativa para todos. Un tipo con virtudes y defectos, tenía personalidad para resolver todo lo que pasaba por AFA y FIFA, pero cuando podía sacar tajada de algo para la AFA, no lo dudaba ni un segundo. Fue un hombre que marcó una larga época, en todo sentido, y al día de hoy muchos dicen extrañarlo, pero otros no tanto….

 

Imagen: AFA

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