Un día como hoy, pero de 2005, el argentino le convirtió a Albacete su primer tanto oficial en el Barcelona con apenas 17 años.

Quedaban cuatro partidos de la Liga y Real Madrid, con seis victorias consecutivas, acechaba a Barcelona, que se encontraba en la primera ubicación. Albacete, a pesar de ser el último de la tabla, se presentó como un duro rival. Con un gol de Samuel Eto’o, el conjunto blaugrana había conseguido ponerse en ventaja. A falta de seis minutos para el final, fue el mismo camerunés quien le dejó su lugar a Leo, que entró con el número 30 en la espalda. “Juega como sabes. Colócate a la derecha”, le indicó Rijkaard. Rápidamente, Ronaldinho encontró a Messi que, con mucha clase, se la picó al arquero. Sin embargo, el árbitro cobró una posición adelantada inexistente. No obstante, con el tiempo cumplido, tuvo su revancha: nuevamente el brasilero lo habilitó y definió por encima del portero Valbuena, quien se guardó aquella pelota como una especie de premonición sobre lo que lograría aquel joven argentino.

Tras su primer grito en Primera División, declaró en zona mixta: “Todos en el vestuario me tratan muy bien, pero con Ronnie tenemos una relación muy especial, de ahí la celebración (lo alzó por la espalda). Este gol se lo dedico a toda la familia. A mi madre, que en estos momentos está viajando, y  un sobrino que está en camino”.